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El Vínculo Inflamatorio: Cómo la Inflamación Causa Enfermedades Metabólicas (Meta-Inflamacion)
En los últimos años, la conexión entre la inflamación y las enfermedades metabólicas se ha convertido en un punto focal de la investigación (1), arrojando luz sobre la intrincada relación entre la respuesta inmune de nuestro cuerpo y la salud metabólica.
La inflamación es la forma que tiene el organismo de luchar contra elementos nocivos como lesiones, infecciones e irritantes. Cuando se inicia la inflamación, las células envían señales que modifican los vasos sanguíneos, haciéndolos más permeables y permitiendo que las células inmunitarias entren y se acumulen. Estas células inmunitarias liberan unas sustancias llamadas citocinas, quimiocinas y eicosanoides para ayudar a controlar la inflamación. Tras hacer frente a la amenaza, el organismo repara y remodela el tejido para restablecer la salud normal. Sin embargo, si este proceso no se detiene correctamente o se vuelve incontrolado, puede causar inflamación crónica. En tejidos como la grasa, el hígado y los músculos, el exceso de grasa puede desencadenar esta respuesta inflamatoria continua, provocando una inflamación crónica que contribuye a enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes de tipo 2.
Meta-Inflamacion
La inflamación de bajo grado en los tejidos metabólicos, conocida como “metainflamación”, está causada principalmente por un exceso de nutrientes y estrés metabólico. Esto desencadena la infiltración de células inmunitarias y la liberación de citoquinas inflamatorias en el tejido, lo que perjudica la captación de glucosa y altera el metabolismo de los lípidos.
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La cascada de inflamación metabólica crónica es un proceso complejo que involucra interacciones entre células inmunes, tejido adiposo y órganos metabólicos que eventualmente conducen a una disfunción metabólica sistémica.
Conclusión:
Comprender el papel de la inflamación en las enfermedades metabólicas abre nuevas posibilidades de tratamiento. Los cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta sana, hacer ejercicio con regularidad y controlar el estrés, reducen la inflamación crónica. Los investigadores también hemos están estudiando terapias dirigidas que modifiquen las vías inflamatorias como posibles tratamientos de los trastornos metabólicos (Fig 2).
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Si conocemos mejor las conexiones entre inflamación y metabolismo, podremos interrumpir el ciclo de la inflamación, lo que redundará en una mejor salud metabólica y una menor incidencia de enfermedades metabólicas en nuestras comunidades.