Cómo el Marketing Dirigido a la Juventud a Contribuido a la Obesidad Infantil

Cómo el Marketing Dirigido a la Juventud a Contribuido a la Obesidad Infantil

La obesidad infantil es un importante problema de salud en Estados Unidos, que afecta a 1 de cada 5 niños. En este problema complejo, influye una serie de factores como el comportamiento, la genética, la medicación y elementos sociales como el cuidado de los niños, el entorno escolar, el diseño de los barrios y el acceso a alimentos saludables. Sin embargo, un factor social moderno que a menudo ha pasado desapercibido, pero que desempeña un papel crucial en el aumento de la obesidad infantil, es el marketing agresivo e incontrolado dirigido a los niños por parte de la industria de alimentos y bebidas.

El impacto del marketing selectivo en la obesidad infantil

1. Naturaleza del marketing dirigido

    El marketing dirigido hace referencia a los esfuerzos publicitarios estratégicos dirigidos específicamente a determinados grupos demográficos. En el caso de los niños, estos anuncios suelen promocionar alimentos y bebidas con alto contenido calórico y bajo contenido nutricional, como bebidas azucaradas, aperitivos y comida rápida. La industria de la alimentación y las bebidas gasta millones en estas campañas específicas, aprovechando diversas plataformas, como la televisión, los medios digitales, las redes sociales e incluso los entornos escolares, para llegar al público infantil.

    Un nuevo estudio del Rudd Center for Food Policy & Health descubrió que las empresas estadounidenses de alimentos y bebidas se dirigen desproporcionadamente a los niños negros e hispanos con anuncios de productos altos en calorías y bajos en nutrientes como dulces, bebidas azucaradas y aperitivos. Los hallazgos clave incluyen un aumento de $ 400 millones en el gasto publicitario de comida rápida desde 2012, alcanzando $ 5 mil millones en 2019, con un enfoque significativo en los jóvenes, particularmente en los grupos negros e hispanos. En 2021, el 73% del gasto en publicidad de alimentos y bebidas en la televisión dirigida a los negros y en español fue para productos poco saludables. Los jóvenes y adultos negros vieron entre un 9% y un 21% más de anuncios de televisión de alimentos y bebidas en comparación con sus pares blancos, y las empresas aumentaron su enfoque en las audiencias de habla hispana. Las campañas de marketing solían estar protagonizadas por celebridades del hip-hop y latinx, y el marketing relacionado con causas beneficiaba principalmente a las marcas poco saludables. Los niños y adolescentes estaban expuestos a una media de más de dos anuncios de comida rápida al día.

    2. Influencia psicológica y conductual

      Los niños son especialmente susceptibles a la publicidad porque aún no han desarrollado la capacidad cognitiva para evaluar críticamente los mensajes que se les presentan. Los anuncios suelen presentar personajes atractivos, colores brillantes y eslóganes pegadizos diseñados para atraer e implicar a las mentes jóvenes. Este tipo de marketing se aprovecha de la vulnerabilidad de los niños e influye significativamente en sus preferencias alimentarias, patrones de consumo y hábitos dietéticos en general (1).

      3. Enfermedades relacionadas con la dieta y disparidades sanitarias

      La comercialización agresiva de alimentos poco saludables contribuye a crear malos hábitos alimentarios que están relacionados con enfermedades relacionadas con la dieta, como la obesidad, la diabetes y las afecciones cardiovasculares. Estos problemas de salud afectan de forma desproporcionada a las comunidades de color, exacerbando las disparidades sanitarias existentes (2). Los niños de entornos minoritarios y de bajos ingresos suelen estar más expuestos a la mercadotecnia selectiva debido al mayor tiempo que pasan frente a la pantalla y al acceso limitado a opciones alimentarias más sanas, lo que los hace más vulnerables a sus efectos negativos.

      Implicaciones sociales y políticas

      1. Medidas normativas y políticas

        Abordar el impacto de la publicidad dirigida a la obesidad infantil requiere medidas normativas y políticas sólidas. Los gobiernos y las organizaciones sanitarias pueden desempeñar un papel fundamental aplicando normativas más estrictas sobre la publicidad de alimentos dirigida a los niños. Esto incluye establecer límites sobre los tipos de productos que pueden anunciarse durante la programación infantil, exigir información nutricional clara y precisa, y promover campañas de concienciación pública sobre los efectos de la publicidad en la salud de los niños.

        2. Promover entornos alimentarios saludables

          Para abordar este problema, es crucial que todos reduzcamos nuestro consumo de estos productos. Como padres, cuidadores, sistemas sanitarios y comunidades debemos colaborar en la promoción de opciones saludables y el apoyo a estilos de vida activos para todos los niños. Es fundamental crear entornos que promuevan una alimentación sana. Esto puede lograrse garantizando que las escuelas ofrezcan comidas y aperitivos nutritivos, aumentando el acceso a alimentos asequibles y saludables en las comunidades y animando a los minoristas de alimentación a comercializar opciones más saludables para los niños. Además, fomentar programas comunitarios que eduquen a las familias sobre nutrición y hábitos alimentarios saludables puede capacitar a padres e hijos para tomar mejores decisiones alimentarias.

          Fíjese: El marcado de alimentos está en todas partes. Si empieza a notarlo, se dará cuenta de cómo ha calado en nuestro estilo de vida cotidiano. Está en las vallas publicitarias, en los anuncios, en las películas y series a través de la colocación de productos, y está en las tiendas de comestibles. Fíjese en el pasillo lleno de caramelos y aperitivos azucarados a la altura de los ojos de los niños.

          • Los niños son listos. Hable con sus hijos sobre el marketing. Dígales que los anuncios están diseñados para hacerles desear algo.
          • Hable de ello con otros padres para que sean conscientes de todo el marketing dirigido que les rodea.

          3. Responsabilidad de la industria

            La industria de la alimentación y las bebidas debe rendir cuentas por su papel en la epidemia de obesidad infantil. Se debe animar o exigir a las empresas que adopten prácticas de marketing responsables que den prioridad a la salud de los niños por encima de los beneficios. Esto podría implicar la reducción de la comercialización de alimentos poco saludables para los niños y el aumento de la promoción de alternativas más saludables.

            Diga a las empresas que quiere que dejen de comercializar con sus hijos a través de las redes sociales o de la comunicación directa por correo electrónico.

            Puede hablar con los responsables políticos, como los funcionarios de su gobierno local, sobre el número de carteles en sus calles.

            Conclusión

            El aumento incontrolado del marketing dirigido a los niños por parte de la industria de la alimentación y las bebidas es uno de los principales impulsores de la obesidad infantil en Estados Unidos. Abordar este problema requiere un enfoque polifacético que incluya acciones reguladoras, la promoción de entornos alimentarios saludables y la responsabilización de las industrias. Tomando estas medidas, podemos crear un futuro más sano para nuestros hijos y mitigar el impacto de la obesidad infantil en nuestra sociedad.

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